Las mujeres estamos en una guerra constante con nuestros cuerpos. Y tenemos que aceptar que eso nos causa tensión y nos quita de nuestra felicidad y paz interna.
Para salir de esto, tenemos que trabajar cada día en cultivar más amor propio, aceptar y agradecer nuestros cuerpos, y reconocer que el estar saludable y sentirnos satisfechos con nuestras familias y vidas en general es mucho más importante a lo largo que tener un cuerpo que es considerado bello según la moda actual.
Todos nuestros cuerpos ya son bellos, y solamente nosotros podemos darle ese amor que merece nuestro cuerpo.
¿Pero cómo?
Tenemos que elegir – ¿queremos seguir en guerra con nuestro cuerpo, o queremos hacer paz con nuestro cuerpo y finalmente sentirnos bellas y contentas?
Primero, tres puntos importantes a destacar:
1) La moda (y lo que atribuimos a la “belleza”) siempre está cambiando. El “cuerpo perfecto” es toda una ilusión creada, es una moda que luego cambia. Y nos hacemos esclavos de esta moda, de esta ilusión. No es nuestra culpa, desde chiquitas nos enseñan a pensar en lo que significa la belleza, y jugamos con barbies con cuerpos perfectos. Y a medida que crecemos, las redes sociales, revistas, etc. ponen aún más presión en nuestro subconsciente de vernos “perfectas”. Sentimos que siempre tenemos que estar mejorando nuestros cuerpos - por fuera más que por dentro. Pero no es real, es una tontería que nos mantiene en esta lucha constante.
2) Nos encanta quejarnos de esas libras extras que queremos perder (o de nuestras caderas, o gorditos, o falta de cola, o pecho muy plano o muy grande) independiente de nuestro tamaño. Las más delgadas se quejan casi igual a las que tienen sobrepeso. Y me he dado cuenta que hay un elemento de autosabotaje. Ya estamos tan acostumbradas a autocriticarnos que no sabemos cómo NO criticarnos. Y una parte de nosotros tiene miedo de salir de esto que conocemos. De dejar este hábito tan familiar. Yo definitivamente he sufrido de esto…
3) Pudiéramos perder peso si realmente quisiéramos. La mayoría de nosotros sabemos que es lo que tenemos que hacer para perder esas libras, tonificar el cuerpo etc, pero no lo hacemos de forma consistente. NO lo hacemos porque inconscientemente tal vez no necesitamos cambiar nuestro cuerpo. Por dentro, algo en nuestro subconsciente sabe que perder el peso o “perfeccionar” nuestro cuerpo no es la solución que realmente buscamos. Pero da miedo aceptar que la felicidad no la obtenemos con el cuerpo perfecto, es más fácil pensar que sí, y de siempre quejarnos que no estamos felices porque no hemos logrado ese cuerpo ideal.
Estamos acostumbradas a criticarnos, y cambiar este hábito es muy difícil.
Y a mi también me pasa.
Entonces, ¿qué podemos hacer para cultivar ese amor hacia nuestros cuerpos que merecemos?
1. REFLEXIONAR Y CAMBIAR NUESTRA MENTALIDAD
Aceptar que nosotros estamos eligiendo continuar con esta batalla interna, y solo nosotros podemos cambiar nuestra mentalidad y encontrar nuestra paz interna y la felicidad que queremos con nuestros cuerpos.
Aceptar que si logramos perder esos kilos o eliminar esos gorditos, tendremos otros problemas y encontraremos otras cosas que criticar. Aceptar que hay una parte de nosotras que inconscientemente no quiere perder esas libras; seguir con nuestro cuerpo de ahora nos hace sentir cómodas. Explorar por qué. ¿Cuál es nuestro miedo? ¿Qué es lo que realmente queremos cambiar, y por qué?
2. TOMAR LA DECISIÓN DE CUIDARNOS Y COMER SANO PORQUE NOS HACE SENTIR BIEN, porque queremos llevar vidas largas y sanas, llenas de bienestar, pero sin expectativas de cambiar nuestro cuerpo. Por ejemplo, elijamos minimizar nuestro consumo de azúcar porque sabemos que NO nos hace bien y no lo necesitamos. Hagamos ejercicio por todos sus beneficios. NO porque necesitamos cambiar nuestro cuerpo.
3. COMENZAR A CAMBIAR LA FORMA QUE LE HABLAMOS A NUESTRO CUERPO. Usar palabras de amor con nuestro cuerpo (tanto lo que pensamos en silencio de nuestro cuerpo como cuando hablamos de nuestro cuerpo con otros) así como haríamos con nuestros niños que amamos.
4. CADA VEZ QUE RECAEMOS EN ESA MALA COSTUMBRE DE AUTOCRITICARNOS, HACER UN PEQUEÑO ACTO DE AMOR. Cada vez que nos encontramos diciendo/pensando “me siento gorda” o “odio mis arrugas / gorditos / cola / pecho / caderas etc”, pausar, reconocer que nuestra meta NO es sentirnos mal sino sentirnos bien. Y tomar la decisión de hacer un acto de auto amor. En ese momento, hagamos algo que nos haga sentir bien. Tal vez es ponernos nuestro outfit preferido que nos hace sentir con cuerpazo, ponernos nuestro pintalabios preferido que nos hace sentir sexy, hacer una mascarilla o scrub y disfrutarlo, prepararnos un Golden milk latte delicioso y saludable. Bailar. Cantar. Llamar a alguien que siempre nos da elogios.. Leer algo que nos hace sentir bien. Hacer algo que nos haga sonreír, que nos haga sentir bellas y amadas.
Y por último, ¡tenemos que comprometernos a practicar esto de forma regular! Entender que nuestra mentalidad y nuestra forma de ver nuestro cuerpo no va a cambiar de un día para otro. Es una costumbre que llevamos desde chiquitas, pero con tiempo y amor, todo se sana.
Haciendo estos 4 ejercicios de reflexión y autoamor nos ayudará a que podamos lentamente salir de esta batalla constante, y ojalá inspirar a otras mujeres que liberen su batalla también.
Ahora, cuéntame como te va con estos ejercicios. Puedes compartir en los comentarios abajo. Y COMPARTE este articulo con alguien que sabes que lo necesita (pueden hacer clic en “Share” o mandar el enlace del blog via email/FB/whatsapp).
Apoyémonos para sobresalir de esto ciclo vicioso que nos roba la felicidad.