Un día me encontré pensando sobre mi negocio en Nicaragua - un emprendimiento que me da felicidad y me llena de muchas formas - y en cómo podría mejorarlo. (En realidad lo pienso siempre, pero son las conclusiones de este día en particular que quiero compartir con ustedes ya que ojalá les puede servir).
Lo que más me vino a la mente no era sobre promociones ni redes sociales, sino sobre cómo compartir más y expandir la energía positiva. Porque al final del día, es lo que más me motiva.
Me pregunté: ¿Cómo puedo expandir esta energía positiva que yo siento al dar clases y al compartir consejos de nutrición? La energía que encuentro al rodearme de mis clientes, mujeres que me inspiran y me traen felicidad.
A la vez, estaba enfrentando un par de desafíos, incluyendo el reto de encontrar nuevas profesoras para entrenar. Y eso me llevó a pensar en los valores que yo busco en la gente que me rodea. Cosas que yo siento / expreso, que quisiera practicar aún más, y que (por ende) me encanta ver en los demás.
No obstante que son cosas que ya sabemos, y que muchas veces aplicamos inconscientemente, nos ayuda recordarlas para practicarlos más en nuestro día a día. ¡O al menos a mí me ayuda! Entonces escribo esto tanto para ustedes, como para mí misma.
¿CUALES SON ESOS VALORES?
Primero les comparto 5 grupos de valores que me vinieron a la mente, de cosas que son importantes para mí y que busco que estén presentes en mi equipo de trabajo:
1. Amor por aprender y amor por liderar
2. Pasión, Energía Positiva, Valentía y Creatividad. Prueben nuevas cosas sin miedo.
3. Humildad y Modestia. Habla solo amablemente de los demás (y también de ti misma). Trata a los otros como te gustaría que te traten.
4. Persistencia, Fuerza y Perseverancia; No te des por vencido contigo mismo ni con los demás.
5. Honestidad e Integridad
Ahora lo importante: ¿cómo ponerlo en práctica – y de forma más consciente - en nuestro día a día?
Les dejo con algunas preguntas / ideas / ejemplos para que lo apliquen de la forma que más natural les venga a ustedes.
1. Amor por aprender y amor por liderar.
Amor por aprender: Pensemos en una o dos personas (en nuestro circulo cercano) que nos inspiran. ¿Porque las admiramos? ¿Qué podemos aprender de ellos? Ahora lo difícil es ABRIRNOS a aprender. Y disfrutémoslo.
O también simplemente puede ser: ¿sobre qué tema queremos aprender más? En ése caso, ¡compremos un libro sobre el tema! Y luego, compartamoslo.
Amor por liderar: Preguntémonos ¿cuáles son nuestros “puntos fuertes”? Esas habilidades especiales que tenemos; cosas que hacemos bien naturalmente y/o temas sobre los cuales sabemos mucho. Ahora, ¿cómo podemos compartirlo con otros? ¡Hay que compartir con el mundo esas cosas que hacemos bien, y disfrutar compartiendo! Una tarea puede ser: ¿Con quién se pueden juntar esta semana – un amigo/a o un hijo – y ayudarles con algo donde ellos necesitan ayuda; en algo donde ustedes tienen más facilidad/conocimiento?
2. Pasión, Energía Positiva, Valentía y Creatividad.
Solo vivimos una vez, y hay que vivirlo a lo máximo. Para eso, tenemos que dejar de ponernos limitantes y quitarnos el miedo. La mayoría del estrés en nuestra vida se debe al miedo, las cosas pasan pero reaccionamos con ansiedad porque tenemos miedo a algo. Si comenzamos a ver lo positivo en todo y dejamos de tratar de ser perfeccionistas, maravillas ocurren.
Cuando comencé a entrenar para ser profesora de Barre, yo NO era buena. Pero me di cuenta (por más que me cuesta) que no tengo que ser perfecta / la mejor en todo. Me pregunté: ¿Me gusta? Y yo pensaba: Me encanta, pero no soy tan buena siendo instructora; soy mejor alumna. Pero me propuse hacerlo porque por más que no era la mejor instructora, lo iba a disfrutar e iba a aprender. Y tenía la oportunidad de llevarlo a un país nuevo. Y al final, me volví mucho mejor, claro, porque me quité el miedo y le metí esfuerzo. Y cuanto más lo disfruto y más ganas le pongo, mejor me va. Porque dejé ese miedo, esa necesidad de perfeccionismo.
Entonces, ¿qué cosas nos trae felicidad? ¿Qué actividad disfrutan, pero no hacen a menudo porque sienten que no es su fuerte? Quítense eso de la cabeza y háganlo porque lo disfrutan. Investiguen, sean creativos, busquen cómo hacerlo y luego cómo hacerlo mejor. No para compararse con nadie, sino para seguir disfrutándolo más.
3. Humildad y Modestia.
“Tratemos a los demás como queremos que nos traten.” Nuestros padres nos lo han dicho un millón de veces, pero es algo que a veces se nos escapa practicar en nuestro día a día. Entonces, preguntémonos, ¿a quién no tratamos con la paciencia y el respeto que a nosotros nos gusta recibir? ¿Cómo podemos cambiar?
También se trata de tener autoconfianza, reconocer lo bueno que tenemos y las áreas donde podemos mejorar. Trabajarlo a diario, sin regañarnos y sin buscar aprobación de otros.
Tratemos de 1) cultivar autoestima, y a partir de ahí, ser más pacientes - con nosotros mismos y con los demás; y 2) no hablar mal de nosotros mismos ni de los demás. Entonces chicos/as, dejemos de decirnos en el espejo que estamos gordos/as. Cambiemos las palabras negativas que usamos con nosotros mismos, lo cual también nos ayudará a ver a los otros en una luz más positiva. (Yo admito que lo sigo trabajando y me cuesta, pero justamente por eso lo comparto, ya que es algo que considero importante).
4. Persistencia, Fuerza y Perseverancia; No te des por vencido contigo mismo ni con los demás.
Las cosas no siempre pasan cuando queremos que pasen, ni de la forma que queremos que pasen. Pero tenemos que tener Fé y saber que todo pasa por algo y a su debido tiempo. Tenemos que ser más pacientes y no rendirnos. Y a la vez, apoyar a los otros que nos necesitan aún cuando no estemos pasando un buen momento.
¿Qué podemos hacer? 1) Fortalecer nuestra práctica espiritual y pasar más tiempo en silencio. Realmente creo que es algo que nos ayuda a todos. 2) Aparte de eso, buscar cómo podemos ayudar a alguien que está pasando por un momento difícil. Todos tenemos a alguien, y eso también nos quita el énfasis de nuestros problemas.
5. Honestidad e Integridad
A todos nos importa esto, y a veces lo ignoramos, pero igual criticamos a aquellos que vemos como deshonestos. Pero casi nadie es 100% honesto todo el tiempo. Entonces primero es importante reconocerlo, y luego comprometernos a mejorar. Porque al final del día, nos trae más paz interior. Y también, cuanto más íntegros seamos, más gente íntegra nos va a rodear.
Los dejo con estas ideas para inspirarlos a ser la mejor versión de ustedes mismos, mientras yo sigo tratando de hacer lo mismo.
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