Antes de comenzar mi trabajo actual como emprendedora en el mundo de nutrición y bienestar, yo trabajaba en un banco y tenía una vida muy apurada y llena de estrés. Pasé 9 años viviendo “a mil”, y eso le causó daño a mi cuerpo sin que yo me diera cuenta. Además de trabajar mucho, hacia mucho ejercicio, dormia poco, comia mucho en la calle, tomaba la pastilla anticonceptiva y varias veces antibióticos, y no me nutria tan bien. Después de todo esto, le tomó mucho tiempo y trabajo a mi cuerpo recuperarse del estrés al que lo sometí durante esos años.
Al finalizar mi carrera en finanzas, embarqué en un estilo de vida más saludable y comencé a hacer las cosas correctas para que mi cuerpo volviera a estar en su equilibrio. Poco a poco, comencé a ver y sentir los cambios positivos (¡tanto que decidí dedicarme a ayudar a otros!). Pero aún después de solucionar la mayoría de mis problemas de salud, mis hormonas no estaban donde deberían estar. Yo sufrí por varios años de una fatiga suprarrenal persistente y falta de menstruación. A pesar de que hice tantas cosas maravillosas para mi salud por varios años, mi cuerpo tardó mucho en recuperarse adecuadamente de esta fatiga suprarrenal. Finalmente logré sentirme mejor que nunca, e incluso, logré quedar embarazada (que era una meta mía). Eso me enseñó mucho sobre la importancia de ser consistente con nuestras rutinas “anti-estrés” y que los resultados vienen con el tiempo si le damos ese amor constante a nuestros cuerpos.
Aprender a minimizar y lidiar con el estrés es crucial para garantizar que mantengamos un sistema suprarrenal saludable, que es clave para el equilibrio hormonal y una salud óptima.
Ya sea que te percibas o no como una persona estresada, sugiero que pruebes aplicar algunos de estos consejos para reducir tus niveles de estrés a diario. A veces, nuestro estrés no es visible (¡ni siquiera para nosotros mismos!), pero puede estar causando daño a nuestros bellos cuerpos.
Aquí hay 17 herramientas que aplico en mi rutina diaria para mantenerme feliz, saludable, equilibrada y libre de mucho estrés:
1. Meditar.
Me gusta comenzar mi día con una meditación, incluso solo 5 a 15 minutos pueden llevarme a un estado de paz increíble. Me siento en mi almohada de meditación en mi balcón, cierro los ojos y enfoco mi atención en mi respiración, mi cuerpo y mi entorno en el momento. Claro, no necesitas una almohada de meditación, ni siquiera necesitas estar sentado, para llevar la práctica meditativa a tu propia vida. Pero si, tomarte ese tiempito tiene muchísimos beneficios. Y sugiero probar las APPS de meditaciones guiadas como Insight Timer, Calm, Headspace, entre otras, que hacen que sea más fácil que nunca estar más relajado, presente y atento, dondequiera que estés.
2. Comer un desayuno balanceado y rico en nutrientes.
Todas las mañanas (generalmente después de mi meditación y agua de limón), me doy el gusto de un desayuno abundante y nutritivo, y super completo con proteína, mucha fibra y grasas saludables. Esto ayuda a mantener el nivel de azúcar en la sangre equilibrado, lo cual es crucial para controlar el estrés.
Estos son algunos ejemplos de desayunos nutritivos y sanos (y tambien estos batidos) que harán que tu día comience con el pie derecho.
3. Conectar con la naturaleza.
Recibir un poco de aire fresco todos los días es esencial para mi estado de ánimo y mi salud. Me propongo sentarme afuera en mi balcón por las mañanas y salir a caminar afuera por las noches siempre que pueda.
4. Practicar yoga.
No puedo hablar lo suficiente sobre los beneficios que el yoga ha traído a mi vida, al igual que mi práctica de barre. El yoga (y barre) nunca dejan de mejorar mi sentido de la calma y estado de ánimo, y siempre salgo de clase sonriendo. Y si ya practicas barre, sugiero que pruebes agregar aunque sea una clase de yoga a la semana (y viceversa). Yo comencé con barre, pero fue hasta que incorpore mas yoga en mi rutina que logre sentir la diferencia que mi cuerpo se iba soltando y relajándose más.
5. Tomarte un tiempo para vos mismo/a.
Cada día hago al menos una cosa que me da placer y me relaja. Esto puede ser: tomando extra tiempo en mis rutinas de auto-cuido, tal vez aplicarme una mascarilla sobre la cara (o en el pelo), hacerme las manos/pies o un masaje, escuchar música divertida (¡y cantar!) mientras manejo o cocino, echarme en la cama a leer un libro de romance, tomarme un baño super largo, ETC.
6. Comer sano y rico.
Yo ahora como de una forma que disfruto demasiado, y es una alimentación rica, sana, y anti-inflamatoria. Minimizar consumo de alimentos inflamatorios es absolutamente esencial para la salud suprarrenal. No sigo ninguna dieta especifica, pero he notado que mi alimentación es bastante parecido a la dieta mediterránea, y básicamente sin pensarlo mucho, sigo “el principio de 80/20”, en la que el 80% del tiempo evito los alimentos más inflamatorios como gluten, lácteos, azúcar refinada, edulcorantes artificiales y alcohol. También suelo comer MUCHA variedad de verduras en cada comida (cuantos más colores, más antioxidantes, más antiinflamatorio), incluyo siempre algunas proteínas y grasas saludables en cada comida, y como mis comidas generalmente en el mismo horario diario, dejando entre 12-14 horas entre cena y desayuno. Todo esto me ayuda a sentirme bien, a mantener un peso estable, y evitar oscilaciones grandes en mis niveles de azúcar en la sangre – CLAVE para el manejo del estrés.
7. Practicar respiración consciente y profunda.
Practico regularmente diferentes técnicas de respiración (aprendidos de mis estudios de yoga y Ayurveda). Cada vez que me enfrento a un desencadenante de estrés, inmediatamente empiezo a respirar profundamente.
Por ejemplo, puede ser 1) solo inhalar super lento (ejemplo, por conteo de 4) y exhalar aún más lento (conteo de 6-8), o 2) puede ser la respiración 4-7-8 que consiste en inhalar por 4, sostener por 7 y exhalar por 8, o 3) puede ser la respiración cuadrada: inhalar por 4, sostengo por 4, exhalar por 4 y sostener exhalación por 4. Estas respiraciones tienen un efecto calmante automático en mi mente y cuerpo.
8. Tomar suplementos.
Tomo suplementos de magnesio para ayudar a dormir (además ayuda a prevenir constipación), además de un multivitamínico con vitamina C para regular los niveles de cortisol y todas las vitaminas B (especialmente claves B-12, B-5 y B-6) para ayudar a mejorar la memoria, la concentración, la energía, el estado de ánimo y la salud suprarrenal en general.
9. Tomar “hierbas adaptogénicas”.
Las hierbas adaptogénicas son medicinas naturales que pueden ayudar a reducir el estrés al adaptarse al sistema de su propio cuerpo y ayudarlo a encontrar el equilibrio. Ashwagandha es apreciada en la India (muy utilizada en Ayurveda) por sus propiedades medicinales anti-estres, así como Rhodiola que origina de la China. Yo ahora no tomo, pero por varios años tomé Ashwagandha diario, y siento que me ayudó (en conjunto con lo demás) a mejorar la capacidad de mi cuerpo para hacer frente al estrés, la ansiedad y la fatiga.
10. Comer chocolate amargo.
OK este tal vez es algo más personal ya que yo soy un poco adicta al chocolate, pero la idea es que es algo que me da muchísimo placer, y ya que el cacao está lleno de antioxidantes y magnesio, ayuda la salud (siempre y cuando es una versión con muy poca azúcar y sin aditivos). Me gusta disfrutar de uno a dos pedazos de chocolate negro orgánico (de 75% a 90% cacao) todos los días y también, suelo incluir a menudo cacao crudo en mis batidos, chía pudding, pelotitas energéticas, avena cruda, ¡y más! El cacao no solo me hace feliz, también está lleno de propiedades calmante y muchos antioxidantes.
11. Sonreír y reír.
Reír es una forma muy divertida (¡y científicamente comprobada!) de eliminar el estrés y la ansiedad, por lo que es importante rodearse de personas que te hagan sonreír (y reír) constantemente, como en mi caso, son mi esposo (es un payaso en serio) y mi hija (que por ser bebé, fácilmente se ríe de forma contagiosa).
12. Sudar.
Me propongo encontrar una manera de sudar todos los días, ya sea en mis clases de barre, yoga, saliendo a caminar o correr (y me encantaría comprar un sauna,… próximamente). El sudor es clave para nuestra desintoxicación diaria de toxinas, que son factores estresantes internos. Además, es un gran estimulante de nuestro estado de ánimo.
13. Tomarte un baño (o aunque sea una ducha larga) con sales Epsom y aceites esenciales. *esto puede ser 1/semana, no hace falta diario
Las sales de Epsom están llenas de magnesio que pueden relajar el cuerpo y ayudar a mejorar la circulación. Si además agregas unas gotas de aceite esencial de lavanda (que relajan y ayudan la salud de la glándula pituitaria) y tendrás un baño increíble con muchos beneficios importantes para la salud. SI no tienes bañera o tiempo para un baño, puedes simplemente echar gotitas de aceite esencial en el piso de tu ducha, y tomarte tu tiempo con tu ducha. También ayuda un par de gotitas esenciales en tu almohada o en un difusor por las noches.
14. Auto-masaje.
Otra práctica que incorporé a mi rutina es el cepillado en seco del cuerpo completo antes de vestirme, y un breve automasaje pos-ducha. Me tomo 3 a 5 minutos para masajearme todo el cuerpo con aceites orgánicos (puede ser aceite de coco o sésamo o almendras, por ejemplo). Es una práctica común en Ayurveda y, entre otros muchos beneficios, puede ayudar a calmar los nervios. Claro, tambien ayuda recibir un masaje profesional de vez en cuando, al igual que acupuntura y otros tratamientos holisticos relajantes.
15. Hacer una lista de gratitud (“hacer la gratitud tu actitud”).
Antes de acostarme, me gusta tomarme un tiempo para pensar en 3 cosas por las que estoy agradecido del día, lo que me tranquiliza antes de acostarme. En general, escribir en un diario y/o llevar un diario de gratitud es una excelente manera de aprovechar todos esos pensamientos positivos en un solo lugar.
16. Tomarte el tiempo para organizarte, buscando claridad y enfoque.
Por la noches, también escribo las 3-5 cosas en que quiero concentrarme /lograr hacer el día siguiente. Esto me brinda enfoque y claridad para el día siguiente y me ayuda a mantenerme organizada, lo cual me ayuda a dormir mejor.
17. Dormir bien (y obtener un sueño de calidad).
Dormir de 7-9 horas cada noche es probablemente lo más importante que uno puede hacer para mantener los niveles de estrés bajo control (y para la salud en general). Ahora con un bebe que se me despierta por las noches, se me ha hecho difícil, por lo que me obligo a acostarme más temprano siempre que pueda para recompensar las desveladas. Me doy cuenta de que cuando no duermo lo suficiente, me pongo irritable y me estreso con más facilidad (y además, afecta negativamente a mi glucosa).